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DON QUIJOTE DE LA MANCHA

della; pero lo que á mí más me fatigaba era el ver ir á pie á Zoraida por aquellas asperezas; que, puesto que alguna vez la puse sobre mis hombros, más le cansaba á ella mi cansancio que la reposaba su reposo, y así, nunca más quiso que yo aquel trabajo tomase; y con mucha paciencia y muestras de alegría, llevándola yo siempre de la mano, poco menos de un cuarto de legua debíamos de haber andado, cuando llegó á nuestros oídos el son de una pequeña esquila, señal clara que por allí cerca había ganado; y mirando todo con atención si alguno se parecía, vimos al pie de un alcornoque un pastor mozo, que con grande reposo y descuido estaba labrando un palo con un cuchillo.

»Dimos voces, y él, alzando la cabeza, se puso ligeramente en pie, y, á lo que después supimos, los primeros que á la vista se le ofrecieron fueron el renegado y Zoraida, y como él los vió en hábito de moros, pensó que todos los de Berbería estaban sobre él, y metiéndose con extraña ligereza por el bosque adelante, comenzó á dar los mayores gritos del mundo, diciendo:

»—¡Moros! ¡Moros hay en tierra! ¡Moros, moros! ¡Arma, arma!

»Con estas voces quedamos todos confusos, y no sabíamos qué hacernos; pero, considerando que las voces del pastor habían de alborotar la tierra, y que la caballería de la costa había de venir luego á ver lo que era, acordamos que el renegado se desnudase las ropas de turco y se vistiese un gileco ó casaca de cautivo, que uno de nosotros le dió luego, aunque se quedó en camisa; y así, encomendándonos á Dios, fuimos por el mismo camino que vimos que el pastor llevaba, esperando siempre cuándo había de dar sobre nosotros la caballería de la costa; y no nos engañó nuestro pensamiento, porque aun no habrían pasado dos horas, cuando, habiendo ya salido de aquellas malezas á un llano, descubrimos hasta cincuenta caballeros que, con gran ligereza, corriendo á media rienda, á nosotros se venían; y así como los vimos, nos estuvimos quedos aguardándolos; pero como ellos llegaron, y vieron, en lugar de los moros que buscaban, tanto

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