Poco podría decir al generalizar sobre las costumbres de las Mutilas. Prefieren siempre los terrenos mas abrasados por el sol, sean arenosos ó arcillosos, sobre los cuales se vé correr rápidamente á las hembras, mientras que los machos revolotean de aquí para allá, cambiando constantemente de sello. Estos últimos suelen visitar tambien las flores.
En cuantoá su régimen y reproduccion, existe aún bastante discordancia entre las deducciones sacadas de los hechos observados. Algunos autores han dicho que las Mutilas cazan insectos, asegurando haberlo presenciado; otros pretenden que han hallado restos de dípteros en sus agujeros, atribuyéndoles, en consecuencia, hábitos comunes con los Esfégides (Sphegidæ) y, finalmente, se ha dicho que son parásitos de los Ápidos solitarios; por mi parte, creo que esto último es lo más verosímil en lo que respecta á los cuidados para asegurar su propagacion, pero al mismo tiempo opino que, aún cuando se vea entrar á las Mutilas en los nidos de los Ápidos, no hay suficiente razon para concluir que son parásitas, en el sentido lato de la palabra. Se podrá deducir por analogía, pero no aseverarlo como un hecho real; no habiéndose descrito hasta hoy, á lo menos que yo sepa, ninguna larva ó ninfa de Mutilla, la deduccion, por racional que séa, tiene que quedar reducida al estado de simple hipótesis.
El régimen, en el estado de imago, parece ser animal en algunas especies, y vegetal en otras; pero, en este último caso me queda aún la duda de si el alimento se lo procuran por su propia industria, ó si es sólo fruto de su rapacidad.
He preferido, pues, en vista de esta divergencia de opiniones citar solamente, en lo relativo á cada especie, los hechos de que haya sido testigo presencial; no me es posible generalizar sobre su régimen y reproduccion, y me inclino á creer que cada grupo posee sus detalles de costumbres propios, como quiera que ellas ofrezcan muchas analogías entre sí.
