todos los habitantes del globo, avisándoles la hora y demás circunstancias del lance. Decía así el documento:
B. L. M.
El doctor Judas Adambis aprovecha esta ocasión para ofrecer... etc., etc., etc."
Llegó el día de Año Nuevo, y a las once y media de la mañana, el doctor Judas, acompañado de su digna y bella esposa Evelina Apple, se presentó en el palacio en que residía la Comisión internacional organizadora del suicidio universal.
Vestía el doctor riguroso traje de luto, frac y corbata negra y gasa en el sombrero. Evelina Apple, rubia, alta, de anchas caderas y vientre arrogante, de negro también, escotada y con manga corta, daba el brazo a su digno esposo. La Comisión en masa, de frac y corbata negra también, salió a recibirlos al vestíbulo. Entraron en el sa-