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Página:El Tempe Argentino.djvu/22

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20 — El Tempe Argentino.

abajo con los de la República Paraguaya, abundante en maderas preciosas y en los ricos productos intertropicales.

Sus mayores afluentes del oeste son el Pilcomayo y el Bermejo, que nacen de los Andes, corriendo el primero por el territorio boliviano y el segundo por el argentino y atravesando ambos la vasta extensión del Gran Chaco, desaguan en el río Paraguay, más abajo de la ciudad de la Asunción.

El gran río Paraná, que rivaliza en extensión con su afluente el Paraguay, tiene su origen en la Sierra do Espinazo, de riquísimas minas de diamantes, al N. O. del Río de Janeiro, y su dirección general es hacia el S. O. Es engrosado por varios grandes ríos que recibe del este entre los cuales los más notables son el río Grande o Para, el Tieté, el Paraná-Pane y el Curitibá.

En las fértiles llanuras que atraviesa el Paraná es donde florecieron las célebres Misiones de los Guaraníes, establecidas por los Jesuítas.

Mientras corre por los distritos montañosos del Brasil, no es navegable, a causa de sus muchas cascadas y saltos que están más arriba de los pueblos de Misiones, especialmente una llamada el Salto Grande o de Guaira, que merece mención especial, porque es una de las maravillas que dan celebridad a nuestro río.

El Salto de Guaira está cerca del trópico de Capricornio en los 24°. "Es una catarata espantosa, digna de ser descrita por los poetas. El Paraná, que en este paraje puede decirse que está en los principios de su curso, tiene ya más agua que una multitud de los mayores ríos de Europa reunidos. Poco antes de precipitarse tiene cerca de una legua de ancho con mucho fondo. Esta enorme anchura, se