Los campos de Buenos Aires son a menudo castigados por este flagelo, que actualmente se siente en algunos puntos del oeste de la campaña.
Se comprende, pues, que encontrar el medio de combatir y hacer desaparecer esta plaga es prestar a la población un servicio de importancia incalculable.
Considerándolo así, tenemos mucho placer en insertar la siguiente interesante comunicación con que el Dr. D. Antonio J. Almeyra nos favorece desde el 25 de Mayo.
"Sr. Redactor de La Nación Argentina.
"Me tomo la libertad de ocupar su atención por ser con un motivo de interés general, no sólo para la Provincia, sino para toda la República, que ve casi todos los años devastados sus montes, sembrados y campos por la langosta.
"Quien no ha estado en la campaña, no puede hacerse una idea de lo que puede este insecto; yo lo he visto por la primera vez este año en el partido de Navarro. Veía avanzar la langosta, talando todo y sin que quedara para las ovejas más que la tierra. ¿Qué esperanza tenemos para que concluya esta plaga? Ninguna, pues por desgracia en nuestro país no nos ocupamos de estas cosas, y sin embargo nos sería muy fácil imitar en esto a la Francia, que como usted sabe, tiene su jardín de aclimatación para hacer el bien al