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Habitantes. — 41

que los rodeaba. Su sencillez y hospitalidad jamás se desmintió en su trato y comunicación con los primeros pobladores europeos. Estas bellas dotes las conservan aun sus descendientes que forman la masa de la población del Paraguay y de Corrientes, habiendo también conservado su propio idioma. Hasta el día la lengua guaraní, casi con exclusión de la castellana, es la que se habla en la república Paraguaya, en todas las clases de la sociedad.

Como la extensión del delta es más de doscientas leguas cuadradas, el corto número de sus habitantes no puede alterar la fisonomía montaraz y solitaria del país. Ellos, además, eligen para establecerse los arroyos apartados de los canales de la navegación general: así que, no es de extrañar que los viajeros tengan aquellos sitios por inhabitados. [1]

En estas nuevas Batuecas existe pues, desde tiempos muy remotos, un pueblo sencillo e inocente, de costumbres patriarcales, donde han reinado imperturbables el orden, la paz y la armonía, sin el apoyo de las leyes, cuya acción no alcanza allí, y sin la intervención del poder público, civil ni religioso, que allí no imperan.

Veinte años hace que frecuento las islas y trato con sus moradores, sin que jamás haya tenido un sí ni un no con ninguno de ellos; sin que jamás haya presenciado la menor desavenencia, ni escena alguna desagradable.

  1. Escribíamos esto en el año de 1856. Al presente se hallan ocupadas todas las islas del bajo delta, por un considerable número de hijos del país y de extranjeros, que han acudido de Buenos Aires y de los pueblos circunvecinos.