dres, una partida, la siguió en los varios puntos y despoblados á donde le condujo la campaña de Argel y, siendo herido, jugó por correspondencia mientras pudo, no muriendo tranquilo hasta que dejó á un camarada todas las instrucciones convenientes para que acabase la partida con el espíritu del plan con que hasta entonces habia sido dirigida[1]: un gran personage, al partir para el patíbulo, dijo al oficial de la escolta que fuese testigo de que iba á su favor una partida comenzada[2].
Para fin de las anécdotas que llevamos referidas, diremos algo del autómata zurdo, del famoso gentil-hombre húngaro, Kempelen. María Teresa le habia desafiado á que superára los juegos magnéticos de un hábil francés, y, en desempeño de su amor propio estimulado, construyó en Presburgo su patria, el año 1770, un turco, que sostuvo en adelante al-
- ↑ En 1848, el capitan Thomás, que hacia seis meses. habiá empezado un partido en el club real de Lóndres contra Williamson, salió para el cabo de Buena-Esperanza, continuó jugando por cartas y, herido por los cafres, murió á los dos meses én el hospital militar; pero redactó una memoria con las jugadas probables del contrario, y encargó la partida pendiente á un colega del club real, quien, con las instrucciones recibidas, proporcionó á Thomás un triunfo póstumo á los tres meses de su muerte.
- ↑ El Charivary contaba, refiriéndose á la Historia del Ajedrez, editor Garnier, (no lo ponemos en el testo por tenerlo á grande paparrucha) como en la India empezaron dos príncipes una partida que, seguida por sus hijos, duró 127 años, siendo concluida por la novena generacion y proclamado rey el vencedor, para lo cual se hubo de destronar al monarca reinante; sobre cuyo asunto se representó en el Odeon una tragedia en el año 1823.