estos, en manos de un buen jugador, son tales mates, y en las de uno mediano, tablas.
En los difíciles, principalmente cuando el aventajado en piezas no parece apto para darlos, suele fijarse, á proposicion del contrario, un número de terminado de jugadas, pasadas las cuales, sin resultar mate, se considera tablas la partida.
El número de jugadas que suele fijarse á un mate difícil es el de cincuenta segun Philidor, el de sesenta segun La- Bourdonnais, y el, muy corto, de doce segun el Diccionario de Barcelona que ya hemos citado, aunque advirtiendo de él que es para nosotros autoridad muy recusable: mas, ese número fijo, sea cual fuere, nos parece injusto; pues, ha biendo mayor dificultad en unos mates que en otros, debe establecerse número proporcionado de jugadas. Este número podria ser de doce en los mates fáciles, de hasta veinte en los seguros pero no tan breves, de hasta cuarenta en los mas complicados, y de hasta cincuenta ó sesenta en los que dependen de los descuidos contrarios.
Hay mates forzados ó, como otros dicen, de apuesta, que consisten en ofrecer el mate con determinada pieza, ó en determinada casa, ó á determinado número de jugadas, ó moviendo ó dejando de mover tal ó cual pieza, pero esto ya se comprende que solo está concedido á grandes jugadores.
Hay quienes llaman mate ahogado, no sabemos si con razon, al que recibe el rey no teniendo casa