Página:El caso extraño del Doctor Jekyll (1891).djvu/108

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
98
El DR. JEKYLL.

—Pues bien, señor, pasó tan rápidamente, la persona estaba tan inclinada, que no me atrevo á afirmar; pero si pensáis que fuese el Sr. Hyde, yo también me figuro que era él, pues aquel ser era de su tamaño, tenía el mismo andar rápido y ligero, y además, ¿quién sino él hubiera podido entrar por la puerta del laboratorio? No habéis olvidado sin duda, señor, que cuando ocurrió el asesinato, conservaba la llave consigo. Pero hay más aun. Ignoro, Sr. Utterson, si habéis visto alguna vez al Sr. Hyde.

—Sí—contestó el abogado—he hablado una vez con él.

—Entonces, debéis saber como todos nosotros, que había algo extraño en ese personaje, algo que trastornaba, no se cómo expresarme, señor; sentía uno frío hasta la médula de los huesos, al mirarlo.

—Confieso que he experimentado una cosa parecida á lo que indicáis—contestó Utterson.

—Pues bien—siguió diciendo Poole—cuando aquella cosa enmascarada, parecida