Ir al contenido

Página:El gallo de Sócrates (Colección de Cuentos).djvu/78

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 74 —

telegráfica dos veces al día. En cuanto estuve lejos de los míos, el dolor de la ausencia fué mi principal sentimiento; lo del drama quedaba relegado á segundo término... Hasta me remordía la conciencia, á ratos. Mil veces estuve tentado de volver al lado del enfermo, echando á rodar todas las vanidades de artista... Las noticias del pueblo eran satisfactorias, el niño mejoraba .. Pero el telegrama que recibí la noche anterior á la del estreno me alarmó; la madre, veladamente, me indicaba un retroceso, el ansia de que yo volviera pronto. Todos los que leían el telegrama me aseguraban que no había en él motivo para tristes presentimientos... Pero yo los tenía tales, que eran una angustia indecible. Mientras vosotros, en casa, en el teatro, me hablabais, entre bromas cariñosas, de las emociones del autor, de la capilla... yo pensaba en lo otro, en la otra crisis; y cuando no me veía nadie apoyaba la cabeza en una pared para descansar; porque me abrumaba el peso de mi agonía, el plomo de tantas ideas siniestras que me llenaban el cerebro... Dolor y remordimiento... ¿Por qué no huí? ¿Por qué no os dejé con vuestro estreno dichoso y no eché á correr al lado de los míos...? No lo sé. Porque me daba vergüenza; por falta de fuerzas para toda resolución; porque, en buena lógica, yo también juzgaba irracionales mis temores... Acaso, y esto aún me avergüenza, porque, sin darme yo cuenta de ello, me retenía la vanidad del autor, aquella miseria... Lo que hice para calmar mis remordimientos, por acto también de amor puro á mi