Ir al contenido

Página:El gallo de Sócrates (Colección de Cuentos).djvu/79

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 75 —

hijo, y, valga la verdad, con fe y esperanza realmente religiosas, fué ofrecer á Dios un voto, un voto en el sentido que te he explicado antes. «Señor, venía á ser mi pensamiento, yo ofrezco en cambio de un telegrama que me anuncie una gran mejoría de mi hijo enfermo, de una noticia que me quite esta horrible incertidumbre, este tormento de presentir vagamente una desgracia superior á mi resistencia, yo ofrezco los viles despojos de un naufragio de mi pobre vanidad; juro con todas las veras de mi alma, que á cambio de la salud de mi hijo, deseo vivamente la derrota de mi amor propio, la muerte de este otro hijo del ingenio, hijo metafórico, que no tiene mi sangre, que no es alma de mi alma. Muera el drama... y que baje por lo menos á 37 y unas décimas la temperatura de mi Enriquín... Que Dios quiera que esto deba ser así, que esté en el orden que sea... y prometo recibir la silba con toda la serenidad que pueda, pensando en cosas más altas, de piedad, de caridad, de filosofía...»

A las ocho y cuarto de la noche terrible... recibí un telegrama en que se me daba la enhorabuena en nombre del médico, porque el niño experimentaba una mejoría que tenía trazas de ser definitiva, anuncio de franca y pronta curación... Mi alegría fué inmensa; mi enternecimiento inefable; mi fe, de granito. Noté que á los demás el telegrama les hacía poco efecto, porque no habían creído en el peligro... y porque no eran los demás padres de Enriquín. En aquel éxtasis de reposo moral, de emoción