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El hombre mediocre

atrás, pero los cómicos y las rameras tendrían el privilegio, si no existiesen los médicos. La invidia medicorum es memorable desde la antigüedad: la conoció Hipócrates. El arte la ha descrito con frecuencia, para deleite los enfermos sobrevivientes a las drogas..

El motivo de la envidia se confunde con el de la admiración, siendo ambas dos aspectos de un mismo fenómeno.

Sólo que la admiración nace en el fuerte y la envidia en el subalterno. Envidiar es una forma aberrante de rendir homenaje a la superioridad. El gemido que la insuficiencia arranca a la vanidad es una forma especial de alabanza.

Toda culminación es envidia. En la mujer la belleza.

El talento y la fortuna en el hombre. En ambos la fama y la gloria, cualquiera sea su forma.

La envidia femenina suele ser afiligranada y perversa; la mujer da su arañazo con uña afilada y lustrosa, muerde con dientecillos orificados, estruja con dedos pálidos y finos. Toda maledicencia le parece escasa para traducir su despecho; en ella debió pensar Apeles cuando representó a la Envidia guiando con mano felina a la Calumnia.

La que ha nacido bella y la Belleza para ser completa requiere, entre otros dones, la gracia, la pasión y la inteligencia tiene asegurado el culto de la envidia. Sus más nobles superioridades será adoradas por las envidiosas; en ellas clavarán sus incisivos como sobre una lima sin advertir que la pasión las convierte en vestales. Mil lenguas viperinas le quemarán el incienso de sus críticas: las miradas oblicuas de las sufrientes fusilarán su belleza por la espalda; las almas tristes le elevarán sus plegarias en forma de calumnias, torvas como el remordimiento que las atosiga, pero no las detiene.

Quien haya leído la séptima metamorfosis, en el libro segundo de Ovidio, no olvidará jamás que a instancia de Minerva fué Aglaura transfigurada en roca, castigando asi su envidia de Hersea, la amada de Mercurio. Allí está escrica la más perfecta alegoría de la envidia, devorando viboras para alimentar su furores, como no la perfiló ningún otro poeta de la era pagana.