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José Ingenieros

gan cuanto más avanza el crepúsculo. En cierto momento la ilusión ciega a muchos, acallando toda veraz disidencia.

La irresponsabilidad colectiva borra la cuota individual del yerro: nadie se sonroja cuando todas las mejillas pueden reclamar su parte en la vergüenza común.

De esas baraúndas salen a flote unos u otros arquetipos, aunque no siempre los menos inservibles.

Viven durante años en acecho; escúdanse en rencores políticos o en prestigios mundanos, echándolos como agraz en el ojo a los inexpertos. Mientras yacen aletargados por irredimibles ineptitudes, simúlanse proscriptos por misteriosos méritos. Claman contra los abusos del poder, aspirando a cometerlos en beneficio propio. En la mala racha, los facciosos siguen oropelánd mutuamente, sin que la resignación al ayuno disminuya la magnitud de sus apetitos. Esperan su turno, mansos bajo el torniquete. Se repiten la áxima de De Maistr.: "Savoir attendre est le grand moyen de parvenir".

La paciente espectiva converge a la culminación de los menos inquietantes. Rara vez un hombre superior los apandilla con muñeca vigorosa, convirtiéndolos en comparsa que medra a su sombra; cuando les falta ese denominador absoluto, desorbítanse como asteroides de un sistema planetario cuyo sol se extingue. Todos se confabulan entonces, en tácita transacción, prestando su hombro a los que pueden aguantar más alabanzas en justa equivalencia de méritos ambiguos. El grupo los infla con solidaridad de logia; cada cómplice conviértese en una hebra de la telaraña tendida para captar el gobierno.

Compréndese la arrevesada selección de las facciones oligárquicas y el pomposo envanecimiento del mediocre que ellas consagran. Sus encomiastas empeñados en purificarlo de toda mancha pecaminosa, intentan obstruir la verdad llamando romanticismo a su reiterada incompetencia para todas las empresas. Otros llaman orgullo a su vanidad e idealismo a su acidia; pero el tiempo disipa el equívoco, devolviendo su nombre a esos dos vicios arracimados en un mismo tronco: el orgullo es compatible con el idealismo, Y !

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