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1 más de dos asnos á los gobiernos, y que llevase yo el mío no sería cosa nueva.

Las razones de Sancho renovaron en la duquesa la risa y el contento y enviándole á reposar, ella fué á dar cuenta al duque de lo que con él había pasado, y entre los dos dieron traza y orden de hacer una burla á don Quijote que fuese famosa y viniese bien con el estilo caballeresco, en el cual le hicieron muchas, tan propias y discretas, que son las mejores aventuras que en esta grande historia se contienen.

CAPITULO XXXIV

Que da cuenta de la noticia que se tuvo de cómo se habia de desencantar la sin par Dulcinea del Toboso, que es una de las aventuras más famosas deste libro.

Grande era el gusto que recebían el duque y la duquesa de la conversación de don Quijote y de la de Sancho Panza: y confirmándose en la intención que tenían de hacerles algunas burlas que llevasen vislumbres y apariencias de aventuras, tomaron motivo de la que don Quijote ya les había contado de la cueva de Montesinos, para hacerle una que fuese famosa; pero de lo que más la duquesa se admiraba era que la simplicidad de Sancho fuese tanta, que hubiese venido á creer ser verdad infalible que Dulcinea del Toboso estuviese encantada, habiendo sido él mesmo el encantador y el embustero de aquel negocio: y así habiendo dado orden á sus criados de todo lo que habían de hacer, de allí á seis días le llevaron á caza de montería con tanto aparato de monteros y ca-