Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo III (1908).pdf/342

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 338 —

no me has conocido, quiero decirte quién soy: yo soy Claudia Jerónima, hija de Simón Forte, tu singular amigo, y enemigo particular de Clauquel Torrellas, que asimismo lo es tuyo, por ser uno de los de tu contrario bando; y ya sabes que este Torrellas tiene un hijo, que don Vicente Torrellas se llama, ó á lo menos se llamaba no ha dos horas. Este pues, por abreviar el cuento de mi desventura, te diré en breves palabras la que me ha causado. Vióme, requebróme, escuchéle, enamoréme á hurto de mi padre; porque no hay mujer, por retirada que esté y recatada que sea, á quien no le sobre tiempo para poner en ejecución y efecto sus atropellados deseos. Finalmente, él me prometió ser mi esposo, y yo le dí palabra de ser suya, sin que en obras pasásemos adelante: supe ayer que olvidado de lo que me debía se casaba con otra, y que esta mañana iba á desposarse; nueva que me turbó el sentido y acabó la paciencia, y por no estar mi padre en el lugar, le tuve yo de ponerme en el traje que ves, y apresurando el paso á este caballo alcancé á don Vicente obra de una lengua de aquí, y sin ponerme á dar quejas ni á oir disculpas le disparé esta escopeta, y por añadidura estas dos pistolas, y á lo que creo le debí de encerrar más de dos balas en el cuerpo, abriéndole puertas por donde envuelta en su sangre saliese mi honra. Allí le dejo entre sus criados que no osaron ni pudieron ponerse en su defensa: vengo á buscarte para que me pases á Francia, donde tengo parientes, con quien viva, y asimesmo á rogarte defiendas á mi padre, porque los muchos de don Vicente no se atrevan á tomar en él desaforada venganza.

Roque, admirado de la gallardía, bizarría, buen talle y suceso de la hermosa Claudia, le dijo: