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quife al agua cubierto de ricos tapetes y de almohadas de terciopelo carmesí, y en poniendo que puso los pies en él don Quijote, disparó la capitana el cañón de crujía, y las otras galeras hicieron lo mesmo, y al subir don Quijote por la escala derecha toda la chusma le saludó, como es usanza cuando una persona principal entra en la galera, diciendo: hu, hu, hu, tres veces. Dióle la mano el general, que con este nombre le llamaremos, que era un principal caballero valenciano: abrazó á don Quijote, diciéndole:

— —Este día señalaré yo con piedra blanca, por ser uno de los mejores que pienso llevar en mi vida, habiendo visto al señor don Quijote de la Mancha; tiempo y señal que nos muestra que en él se encierra y cifra todo el valor del andante caballería.

Con otras no menos corteses razones le respondió don Quijote, alegre sobremanera de verse tratar tan á lo señor.

Entraron todos en la popa, que estaba muy bien aderezada, y sentáronse por los bandines, púsose el cómitre en la crujía, y dió señal con el pito que la chusma hiciese fuera ropa, que se hizo en un instante. Sancho que vió tanta gente en cueros, quedó pasmado, y más cuando vió hacer tienda con tanta priesa, que á él le pareció que todos los diablos andaban allí trabajando: pero esto todo fueron tortas y pan pintado para lo que ahora diré. Estaba Sancho sentado sobre el estanterol junto al espaldar de la mano derecha, el cual ya avisado de lo que había de hacer asió de Sancho, y levantándole en los brazos, toda la chusma puesta en pie y alerta, comenzando de la DON QUIJOTE .—24 TOMO III

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