Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo I (1908).pdf/211

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 209 —

dedo, para que vuestra merced se esté quedo, y no vaya á buscar el mal á ninguna parte, sino que nos volvamos por otro camino, pues nadie nos fuerza á que sigamos este donde tantos miedos nos sobresaltan.

—Sigue tu cuento, Sancho, dijo don Quijote, y del camino que hemos de seguir déjame á mí el cuidado.

—Digo pues, prosiguió Sancho, que en un lugar de Extremadura había un pastor cabrerizo, quiero decir, que guardaba cabras, el cual pastor ó cabrerizo, como digo de mi cuento se llamaba Lope Ruiz, y este Lope Ruiz andaba enamorado de una pastora que se llamaba Torralva, la cual pastora llamada Torralva, era hija de un ganadero rico... y este ganadero rico...

—Si desa manera cuentas tu cuento Sancho, dijo don Quijote, repitiendo dos veces lo que vas diciendo, no acabarás en dos días: dilo seguidamente y cuéntalo como hombre de entendimiento; y si no, no digas nada.

—De la misma manera que yo lo cuento, respondió Sancho se cuentan en mi tierra todas las consejas y yo no sé contarlo de otra, ni es bien que vuestra merced me pida que haga usos nuevos.

—Dí como quisieres, respondió don Quijote, que pues la suerte quiere que no pueda dejar de escucharte, prosigue.

—Así que, señor mío de mi ánima, prosiguió Sancho, que como ya tengo dicho, este pastor andaba enamorado de Torralva la pastora, que era una moza rolliza, zahareña, y tiraba algo á hombruna, porque tenía unos pocos bigotes que parece que ahora la veo.

DON QUIJOTE .—14 TOMO I VOL . 315