Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo I (1908).pdf/281

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 279 —

estas partes el deseo de hallar al loco, cuanto que tengo de hacer en ellas una hazaña con que he de ganar perpetuo nombre y fama en todo lo descubierto de la tierra, y será tal, que he de echar con ella el sello á todo aquello que puede hacer perfecto y famoso á un andante caballero.

Y es de muy gran peligro esa hazaña? preguntó Sancho Panza.

—No, respondió el de la Triste Figura, puesto que de tal manera podía correr el dado, que echásemos azar en lugar de encuentro; pero todo ha de estar en tu diligencia.

— En mi diligencia? dijo Sancho.

—Sí, dijo don Quijote, porque si vuelves presto de adonde pienso enviarte, presto se acabará mi pena, y presto comenzará mi gloria: y porque no es bien que te tenga más suspenso, esperando en lo que han de parar mis razones, quiero, Sancho, que sepas que el famoso Amadís de Gaula fué uno de los más perfectos caballeros andantes: no he dicho bien, fué uno, fué el solo, el primero, el único, el señor de todos cuantos hubo en su tiempo en el mundo. Mal año y mal mes para don Belianis y para todos aquellos que dijeren que se le igualó en algo, porque se engañan, juro y cierto. Digo asimismo que cuando algún pintor quiere salir famoso en su arte, procura imitar los originales de los más únicos pintores que sabe, y esta misma regla corre por todos los más oficios ó ejercicios de cuenta, que sirven para adorno de las repúblicas; y así lo ha de hacer y hace el que quisiere alcanzar nombre de prudente y sufrido, imitando á Ulises, en cuya persona y trabajos nos pinta Homero un retrato vivo de prudencia y de sufrimiento, como también nos mostró Virgilio en persona de Eneas