Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo I (1908).pdf/401

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 399 —

selmo de acudir á sus gustos por seguir los de Lotario, y Lotario dejaba los suyos por acudir á los de Anselmo, y desta manera andaban tan á una sus voluntades, que no había concertado reloj que así lo anduviese. Andaba Anselmo perdido de amores de una doncella principal y hermosa de la misma ciudad, hija de tan buenos padres y tan buena ella por sí, que se determinó (con el parecer de su amigo Lotario, sin el cual ninguna cosa hacía) de pedilla por esposa á sus padres, y así lo puso en ejecución; y el que llevó la embajada fué Lotario, y el que concluyó el negocio tan á gusto de su amigo, que en breve tiempo se vió puesto en la posesión que deseaba, y Camila tan contenta de haber alcanzado á Anselmo por esposo, que no cesaba de dar gracias al cielo y á Lotario, por cuyo medio tanto bien le había venido. Los primeros días, como todos los de la boda suelen ser alegres, continuó Lotario como solía la casa de su amigo Anselmo, procurando honralle, festejalle y regocijalle con todo aquello que á él le fué posible; pero acabadas las bodas, y sosegada ya la frecuencia de las visitas y parabienes, comenzó Lotario á descuidarse con cuidado de las idas á casa de Anselmo, por parecerle á él (como es razón que parezca á todos los que fueren discretos) que no se han de visitar ni continuar las casas de los amigos casados de la misına manera que cuando eran solteros; porque aunque la buena y verdadera amistad no puede ni debe de ser sospechosa en nada, con todo esto, es tan delicada la honra del casado, que parece que se puede ofender aun de los mismos hermanos, cuanto más de los amigos. Notó Anselmo la remisión de Lotario, y formó dél quejas grandes, diciéndole que si él supiera que el ca.