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Capítulo XVIII.

pondió:-No le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco lle- no de lúcidos intervalos. Fuéronse á comer, y la comida fué tal como Don Diego habia dicho en el camino que la solia dar á sus convidados, limpia, abundante y sabrosa; pero de lo que mas se con- tentó Don Quijote, fué del maravilloso silencio que en toda la ca- sa habia, que semejaba un monasterio de cartujos. Levantados pues los manteles y dadas gracias á Dios y agua á las manos, Don Quijote pidió ahincadamente á Don Lorenzo dijese los versos de la justa literaria. A lo que él respondió:-Por no parecer de aque- llos poetas que cuando les ruegan digan sus versos, los niegan, y cuando no se les piden los vomitan, yo diré mi glosa, de la cual espero premio alguno, que solo por ejercitar el ingenio la he hecho. - Un amigo y discreto, respondió Don Quijote, era de parecer que no se habia de cansar nadie en glosar versos, y la razon, decia él, era que jamas la glosa podia llegar al testo, y que muchas ó las mas veces iba la glosa fuera de la intencion y propósito de lo que pedia lo que se glosaba, y mas que las leyes de la glosa eran demasiada- mente estrechas, que no sufrian interrogantes, ni dijo, ni dire, ni hacer nombres de verbos, ni mudar el sentido, con otras ataduras y estrechezas con que van atados los que glosan, como vuesa mer- ced debe de saber.-Verdaderamente, señor Don Quijote, dijo Don Lorenzo, que deseo coger á vuesa merced en un mal latin conti- nuado, y no puedo, porque se me desliza de entre las manos como anguila. No entiendo, respondió Don Quijote, lo que vuesa merced dice, ni quiere decir en eso del deslizarme.-Yo me daré á enten- der, respondió Don Lorenzo, y por ahora esté vuesa merced aten- to á los versos glosados y á la glosa, que dicen de esta manera: Si mi fué tornase á es, Sin esperar mas será, O viniese el tiempo ya De lo que será despues. 113 GLOSA. Al fin como todo pasa, Se pasó el bien que me dió Fortuna, un tiempo no escasa, Y nunca me la volvió,

Ni abundante, ni por tasa.