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secretos! ¡Historias imposibles, ambiciones locas, dolo res ignorados , estravíos de la pasión ó de la inteligen cia! todo sale á luz , todo se esliendo á la vista como las baratijas de un buhonero en la tienda ambulante de un baratillo. Ya la sangre enardecida y avivada con el acicate y el desórden del cerebro hincha las venas por donde corre precipitada. El orador se despoja de la chaqueta , toma actitudes dignas del cincel, y ¡oh! pro digio de la exaltación, llega hasta el punto de olvidar el puchero que rueda á sus pies haciéndose cascos y dejando escapar el preciado jugo. Si Baco sentado en el borde de una tinaja como un dios de Homero sobre una nube , asistiese invisible á esta escena sonreiría satisfecho al aspirar el perfume de la involuntaria ofren da, sólo comparable á las que «n otra edad le hacían sus sacerdotes derramando sobre el fuego del altar el lí quido encerrado en las ánforas de oro. ¡Qué ardientes profesiones de fé política! ¡qué pro yectos para la regeneración de la patria! ¡qué histo rias de agravios ó de satisfacciones , qué confidencias de familia , todo ello revuelto y entremezclado con vivas protestas de amistad cm vehementes apóstrofos de indignación ó patéticas exclamaciones de ternura á las que presta realce la lágrima que humedece sus ojos enrojecidos por el sentimiento y la bebida! Por desgracia ó fortuna para el sentimental com padre todas aquellas galas oratorias, todas aquellas espansiones inconscientes , todo aquel tesoro de cariño de un alma que se abre á la es pansion después de estar largo tiempo comprimida se pierden en el vacío. El no. sabe lo que se dice : en cambio su Pilados tampoco se da cuenta de lo que oye. Magestuoso en su olímpica se renidad, á plomo sobre su abultado vientre, envuelto en los anchos pliegues de su capa como en una toga permanece inmóvil é imponente semejante á aquellos, senadores romanos que al acercarse los bárbaros á Roma esperaban tranquilos la muerte sentados en sus; sillas curules. Este es el vino solemne, el vino opopéyico del que si» emborracha, como (dado caso que bebiese) se emborra charía una eslmge. Emoción profunda qi.e sólo se re vela por raras interjecciones, que aunque tiene los ojos abiertos no ve¿ que aunque finge prestar atención no oye, que está toda reconcentrada en el interior del in dividuo , de t uyo estómago se eleva lento hasta la ca beza el vapor del vino como se eleva la nube del in cienso del ara de un altar... La noche que deja en profundas tinieblas á nuestros héroes, pone punto al diálogo. El anfitrión, con pala bras balbucientes, anuncia que ha llegado el momento de partir, y da un último abrazo á su huésped, el cual después de un resoplido previo se levanta sobre sus enormes pies, firme y derecho como una columna. El uno un poco á gatas, otro poco agarrándose á las jiaredes , pero siempre digno, vuelve á su hogar. El otro, pausado y magnífico, llevando sobre sus hombros el MÉJICO.—RECOLECCION DEL PULQUE, BEBIDAVU B1TUAL DEL INDIO. peso de la chispa con el respeto y el orgullo con que un elefante llevaría la tienda de oro y brocado de un reypersa, se encamina á su posada. Media hora después de haberse separado ambos En el uno se traduce el progresivo influjo del mosto ¡ adquieren nueva lucidez y se producen por medro de [ior medio de la animación siempre creciente. Las pa- i imágenes, la imaginación recorre todos los tonos de la compadre-, duermen con el sueño de los justos. hhrus primero lentas y entrecortadas se suceden y se es- escala de la pasión. Estaos la bebida sentimental y GisTtvo Adolfo Becqit.r. ktbonan con rapidez maravillosa. La actitud , el gesto, liorna, la que abre como con una llave misteriosa las 1 .1 r.ccion , se hacen mus vivos y acentuados; las ideas ' puertas <lel corazón y saca ¡í plaza sus mas recónditos GKROGLIFICO. AJEDREZ.

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PROBLEMA Mil. 1 19. por don j. bosch.

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SOLUCION DEL CERCG! ÍFICO DEL NÚMERO ANTERIOR. Las gallinas enseñan á más de cuatro madres desnaluraliz;,das.

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La solución de éste en el próximo número. ABELARDO DE CARLOS, EDITOR. Al HIMSTRACIOX. CALLE DE BAILEN. N1'*- I. — MADRID, ¡kviuxta i íitrAR i ROir-