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Iialla decidida in pectore , y que sólo un resto de preo han imperado en el teatro, se regale el oido de vez en , fundando la órdén de los hospitalarios, para no sepa cupaciones y el influjo de los interesados podrá retar ¡ cuando admirando la espontánea y lozana creación del rarse nunca del lecho del dolor de sus hermanos. dar más ó menos su fallo definitivo. Brillan igualmente, al lado de nombres tan veneran padre de los compositores, en cuyo fértil campo, cuál Respecto á España , creemos que suceda lo mismo | más, cuál menos, ha recogido fruto. Hoy que en la dos, los de San Juan de la Cruz, San Francisco de Borcuando se conozca á fondo el estado peculiar de la le ! música se van introduciendo estilos, sistemas y escue ja, Santo Tomás de Villanueva y fray Pedro Ponce, á gislación en Cataluña en materia de herencias ; y para las tan revolucionarias como diversas, tampoco dejaría cuya investigadora actividad se debe mas que á Juan conocerlo , no hay como pasar la vista por el folleto ó | de ser conveniente que el oido repose y guste de la flonet el arte de hablar los sordo-mudos. exposición dirigida á los diputados de nuestras Consti pureza de un modelo que mientras más se escucha Hay épocas de gloria para los pueblos , en las cuales tuyentes por el señor don Joaquín Casanovas y Ferran, ¡ parece aumentar más la riqueza de sus tesoros. La parece que la misma mano de la Providencia levanta á que con extenso conocimiento de los Usages, constitu prolongada ausencia de los carteles de la gran ópera una esfera grandiosa cuantos elementos los constitu ciones y costumbres de Cataluña , pone de manifiesto de Mozart , no puede , por otra parte , comentarse de yen. Tal fue para España la época de los Reyes Catóios abusos, injusticias y privilegios de la institución una manera favorable para nosotros, pues indica una . iicos, la de la epopeya de la reconquista, la del Nuevo llamada de los hereus, haciendo notar que cuando la de dos cosas: ó que no tenemos cantantes que la Mundo, la del Gareltano y Cerignola, la hermosa época nación en masa ha realizado una revolución invocan ejecuten, cosa que afortunadamente no es cierto, ó que de la beneficencia, dlamada del renacimiento, hasta fi do las instituciones democráticas bajo la for.na que re el público español no sabe apreciar su mérito, aserción nes del siglo XVI, mas de cien años. suelva la voluntad nacional , no tienen ya razón de ser que tampoco estamos por admitir. Desearíamos , pues, ¿Quién sino la caridad sostuvo el ánimo esforzado de las leyes especiales antiguas que se fundan en los prin que nuestros empresarios siguiesen siempre el ejemplo Colon y ocasionó la realización de una obra sublime? cipios del feudalismo. Veremos qué actitud toman en tan acertado de hoy, para que al menos, en este punto, La caridad , sí , la caridad de fray Juan Pérez de Maresta cuestión los diputados catalanes , que seguramente vayamos de par con la costumbre de los demás tea- chena, el escelente varón, guardián dé la Rábida, dan han de obrar inspirados en sentimientos de equidad ¡ tros principales de Europa. do albergue y sustento al mísero caminante extranjero y de justicial y á su hijo y alentándole de un modo nobilísimo en Nicolás Díaz Bknjumra. Las provincias van respondiendo á las esperanzas su sobrehumana empresa: la caridad de Isabel des concebidas por los amantes de la difusión de los co prendiéndose de sus joyas. nocimientos , pues , según vemos , se ha celebrado en Bien quisiéramos decir algo , ya que á este punto Valencia una junta de profesores de diversos ramos llegamos, de la beneficencia de nuestros conquistado

de enseñanza, ingenieros y personas de distinción en res de América ; beneficencia que rivalizó con la del

la cual se tomó el acuerdo de abrir cátedras libres para suelo patrio y en muchos casos la sobrepujó ; pero en el complemento de la instrucción de los artesanos. otra ocasión nos ocuparemos de ella , con la distinción

BENEFICENCIA.

ALGO ACERCA DE SU HISTORIA EN ESPAÑA.

(CONCLUSION.)

Las asignaturas de estas cátedras muestran , que el que merece. Ahora, sin embargo, no podemos resistir objeto de los asociados es eminentemente práctico y Basta su nombre; basta el nombre de Isabel la Cató al deseo de trascribir el siguiente juicio de un eminen que producir á beneficios positivos, pues á mas de otras lica para significar los progresos de la beneficencia, te historiador americano (1) : «Cortés murió en Espa que deberán instalarse se explicarán desde luego Eco como era símbolo de nuestras glorias. ña, y por amor que tenia al país que había conquistado nomía industrial popular. —Hidráulica y motores hi Cuando la contemplamos visitando los hospitales con 3uiso que sus huesos se trasladasen á Méjico, fiindandráulicos.—Topografía. —Industrias rurales.—Curtido el cariño y la solicitud de una madre, no menor asom o en esta ciudad un establecimiento de beneficen y tinte de pieles.—Cincelado en metales. —Descriptiva bro nos causa, no menos veneración nos inspira que al cia, de que goza la población por tres siglos. Esta mis y curte de maderas y corte de piedras. Deseamos que desprenderse de sus jovas con celestial magestad para ma conducta siguieron todos los españoles que se los alumnos correspondan á esta buena voluntad de que hallara Colon un nuevo mundo. enriquecieron en España, y á ella se deben tantas fun los profesores , y no sigan el ejemplo de las clases gra Los gravísimos cuidados que se imponía en la go daciones como dejaron ; y todo esto era efecto de los tuitas establecidas en Madrid en la Universidad central bernación del reino, no la impidieron crear edificios de principios religiosos fuertemente establecidos en aque en donde, por desgracia se va notando una deserción primer orden, para albergues de la caridad en varias po llos hombres.» paulatina que concluirá tal vez porque se cierren las blaciones y lugares , destinándolas principalmente á la Era de notar lo estacionario de las formas de la be puertas. ¿En quiénes está la falta? ¿Son malos los mé- 1 asistencia de enfermos. Secundábanla en tan altas mi neficencia, cuando todo variaba á su alrededor. A pe todos de los profesores ó peores las condiciones de los 1 ras las personas mas ilustres de su córte, entre quie sar del influjo del Estado no regia en ella mas ley que oyentes? Es posible que haya de todo; pero no hay nes se distinguió doña Beatriz Galindez, la Latina (t), la de la voluntad particular, por la anomalía de las fun duda de que los mismos operarios que suelen desertar fundando en Madrid el hospital del mismo nombre, daciones y la independencia de su administración. Las de las clases , son muy asiduos en asistir á los ejer contiguo á un convento de religiosas de la orden de voluntades no pueden sucederse en la paridad de miras cicios de fusil como voluntarios de la libertad. Cual San Francisco, á fin de que cuidasen de los enfermos. y armonía de condiciones ; asi es que el desprendimien quiera se inclinaría á desesperar de que se arraigue Patronos de obras benéficas fueron también los in to, la generosidad y el desinterés de los patronos, no en España otra disciplina que la militar .ni se aprenda signes prelados Jiménez de Cisneros, Talavera Mendo siempre se trasmitían á sus sucesores, y muchos de otra ciencia que la de marchar como autómatas y car za, Ta vera y otros que entonces fueron lumbreras de estos solían establecer abusos en vez de mejoras, adqui gar un Chassepot por la recámara. Sin embargo, aun la Iglesia y prez de España. Aun admira el viajero los rir deudas en vez de recursos, y dejar el desorden eco confiamos en el pueblo que diariamente clama contra ¡ magníficos restos del hospital fundado en las afueras de nómico en lugar de la pureza administrativa. el influjo de la profesión del sable y contra la ciencia Toledo por uno de los mencionados, el cardenal TaveEntonces acudió la iglesia , como de costumbre, al ■de comerse unos á otros. ra, cuyo sepulcro, en el centro de la iglesia levantado, remedio del mal, y el Concilio de Trento dispuso que Una nueva esposicion acaba de anunciarse por la es una obra maestra de Berruguete, un mausoleo mag los ordinarios vigilasen los hospitales , cuidando de su celebrada sociedad holandesa Arti el Amicitice, que nífico. recta admíuistracion,iy que los obispos, en su calidad tendrá lugar en Amsterdam , hacia principios del mes Tantos imitadores tuvieron estos elocuentes ejem de delegados de la Santa Sede, en los casos prescriptos próximo de abril. La exhibición comprenderá exclusi plos, tanto cundía por donde quiera la ardiente llama por el derecho, sean ejecutores de todas las disposicio vamente armaduras modernas , banderas, instrumentos de la caridad, que numerosos y grandes edificios teni nes piadosas é inspeccionen también los hospitales, dan de música guerreros , insignias de órdenes militares, dos hasta allí por suficientes , parecieron pequeños y do este nombre á todas las clases de establecimientos medallas commemoratorias de grandes fechos de ar miserables á la generosidad y largueza de aquellos bien de beneficencia: y, por tanto, establece además la obli mas , juntamente con modelos y libros curiosos rela hechores, para el abrigo de los desgraciados, habiendo gación de los administradores de dar cuentas anuales tivos al arte de la guerra. Con perdón de los señores sido en consecuencia ampliados y refundidos, al par a los obispos; y en el caso de que debieran rendirse á otras personas , ya por privilegio ó por costumbre , ó socios iniciadores no nos parece gran cosa el pensa- ¡ que otros nuevos se creaban. miento y preferimos la esposicion de Utrecht, cuyo Distingüese entre ellos el hospital de Santiago de por alguna constitución local, que intervenga en ellas objeto es eminentemente humanitario y beneficioso para Compostela, creado por los mismos Reyes Católicos; el ordinario; y de no verificarse así, que no aprovechen los pobres. suntuoso monumento en donde fijó su asiento en I50I, á los administradores las aprobaciones que obtuvieren. Lastimoso es manifestar que las leyes del Reino ayu ¡Oh admirables progresos del siglo en que vivimos! la congregación del Santo Apóstol , alcanzando pocos ¿Cuándo llegaremos nosotros á cantar públicamente tus años después las primeras constituciones, cuyo artícu daron muy poco á aquellas y otras sabias disposiciones maravillas como las cantan otros mas afortunados? El lo primero disponía que hubiese en dicho establecimien canónicas en un tiempo en que la idea de beneficencia caso, como quien no dice nada, es nada menos que to cuatro capellanes estranjeros, uno francés, otro ale lo debía todo á la idea de religión. Pero aquí no debe mos censurar. anunciar un comerciante de Lóndres por medio del ór mán, otro flamenco y otro inglés. No hablemos tampoco de las causas que produjeron gano mas popular de la prensa, que tal día como hoy No sólo se abrían sus puertas para todos los enfer envió á su corresponsal en Calcuta un telegrama con mos , escepto los de dolencia contagiosa , sino también el espantoso desarrollo de la mendicidad en España, sistente en treinta palabras, á las once y media de la para cuantos diariamente pudiesen recoger en las ca teniendo en cuenta que princípalmenle se debieron á nuestra prodigalidad, á la escesiva beneficencia, por mañana, y á las seis y pico de la tarde tenia en su po lles dos personas designadas al efecto. der la respuesta minuciosa á su telegrama matutino. Otro de los artículos disponía la apertura de una bi decirlo asi, de nuestra patria. Cualquier mendigo esta ba seguro de no morirse de hambre y de vivir holga ¿Nosotros nos contentaríamos con que una carta remi blioteca pública en el propio establecimiento. tida desde Madrid á Carabanchel el de abajo, tuviera ¡Qué hermosos adelantos! ¡Cuál conmueven el ánimo! damente. ¿A qué trabajar pues? Y si no se trabajaba, respuesta en el mismo breve plazo de tiempo , lo cual No menos notable y grandioso es el hospital de la ¿de donde había de salir la producción? El pueblo bajo no es pedir gollerías. Nosotros somos mas morenitos Sangre de Sevilla ; monumento do la beneficencia de español ha necesitado ser un verdadero lujo pródigo, y tenemos más alma y más aquel que los hijos de Al- aquella época, frecuentemente visitado por la magná como el de la parábola, para volver al seno del trabajo y á las fuentes de la prosperidad. bion ; pero tenemos la desgracia de andar mas despacio nima Isabel. No quisiéramos tampoco detenernos á detallar cada y podemos con Garcilaso repetir: Aumentáronse las Universidades y colegios con no una de las circunstancias que á nuestra decadencia table acrecenlimieuto en sus fines de caridad, y las ca «Y cierto no trocara mi figura . concurrieron y á la postración irremediable de la benefi sas de piedad, llamadas de Misericordia, llegaron á ser Con ese que de mí se esta riendo : innumerables. Pero mas importancia tuvieron ciertos cencia, durante los siglos XVII, XVIII y principios del Trocara mi ventura. actual. institutos, aun hoy famosos. Felipe V creando hospicios sostenidos con arbitrios Una gran novedad han ofrecido nuestros teatros en San Ignacio de Loyóla , al establecer los jesuítas, esta semana , y es la representación de la reina de las echaba los cimientas de una enseñanza superior, casi locales y provinciales, de un modo permanente, y regla óperas de Mozart , Don tíiovanni , que tan contadas desconocida hasta entonces , mostraba senderos lumi mentándolos, si bien reanimó la beneficencia pública, ■ejecuciones ha tenido en España. Nosotros creemos nosos á la marcha de las ciencias ; y llevando sus discí ya desde entonces claramente distinta de la privadn , no que esta ópera debiera formar siempre parte de las pulos las fecundas semillas de la fé, con los progresos hizo bastante uniforme su administración ni estableció funciones de toda temporada en un teatro como el de de la civilización á las mas incultas y apartadas regio un centro indispensable de acción para regir á los esta Madrid , imitando en esto la loable costumbre , ya eri nes, elevaron á un grado altísimo la idea de la benefi blecimientos. Mas , al instituir los Montes de Piedad, procuró á España un beneficio incalculable, que ya en gida en ley, de los empresarios de los primeros teatros cencia. de Europa , que considerando esta producción como el San José de Calasanz en la modesta cuanto bella y el siglo XI disfrutaban en Italia y Alemania. Los prósperos reinados de Fernando VI y Cárlos III arquetipo de la música cómica y dramática, pagan el útil ocupación de educar á los niños pobres, en sus debido homenaje á su inspirado autor con incluirla Escuelas Pias, fue digno émulo de San Juan de Dios, debieron ser igualmente felices para la beneficencia ; y en efecto, medrado el país en recursos, al abrigo de la. siempre en su repertorio. Conviene, en electo, que aparte las preferencias y aficiones de cada centro filar ) Se l:i llamó asi por liaber sido preceptora do latinidad de la rei mónico hácia los diversos maestros que modernamente na (IIsabel. (1) Alamar Historia de Méjico,