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terés y 25 pesetas del fondo de reserva, y tendremos un total de 408,33 pesetas por acción. El dinero de ustedes ha sido, pues, colocado a cerca del 82 por 100.

»Tales son, señores, los resultados de última campaña. ¡Juzguen ahora del porvenir que nos está reservado el día que la ocupación extranjera cese de pesar sobre nuestro país y nuestras operaciones!» El Rey dictó esta respuesta sin consultar notas, sin vacilar en una cifra y sin buscar una palabra. Nunca hubiese podido creer que un viejo de su edad pudiese tener la memoria tan expedita. Puso su sello en la parte inferior de las tres cartas: es su manera de firmar. Lee corrientemente; pero nunca ha tenido tiempo de aprender a escribir. Carlomagno y Alfredo el Grande se hallaban, según se dice, en el mismo caso.

Mientras que los subsecretarios de Estado se ocupaban en transcribir su correspondencia del dia, para depositarla en los archivos, dió audiencia a los oficiales subalternos que habian vuelto con sus destacamentos durante el dia. Cada uno de estos hombres se sentaba delante de él, le saludaba apoyando la mano derecéha en el corazón, y hacia su relato, en pocas palabras, con una concisión respetuosa. Le juro a usted que San Luis, bajo su encina, no inspiraba una veneración más profunda a los habitantes de Vincennes.

El primero que se presentó fué un hombre pequeño y de mala facha; un verdadero tipo de presidio.

Era un isleño de Corfú, perseguido por algunos in1