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Que guardan los imperios y naciones.
¿Y con cuantas cautelas
Su imperio no guardais á los Bretones?
Nuestra humilde incumbencia es à la hermosa
Asiduos asistir; si complacencia
Da nuestra ocupacion, no es gloriosa;
Los polvos guarecer del raudo viento,
Ni la esencia, en prision, pierda su aliento,
Y que nuevos colores
Oficiosas nos den vernales flores;
Robar al arco iris el rocio,
Antes que en lluvia descendiese al rio,
Y hacer un lavatorio; á sus cabellos
Ondeantes tornar en rizos bellos;
Asistir al pudor ó darle el tono;
Inspirar en el sueño un nuevo trage,
Y dar la preferencia, sin encono,
A un lindo farfala sobre un encage.
Negro dia amenaza a esta hermosura,
Que vigila mi espíritu celoso
De algun fiero accidente peligroso
Por violencia y descuido; mas, segura
Señal no diera el cielo cómo ó cuando
En tinieblas la suerte ha sepultado
Si la ninfa á Diana haya faltado,
Si alguna fragil china se ha quebrado,
Si su honor mancillara ó ricas telas,
Si el rezar olvidó ó encender velas,
Si la máscara puso, ó se aflojara
El estrecho corcet ó gargantilla,
Mientras bailaba viva la cuadrilla,
O si es que el cielo decretado hubiese
Que el faldero Relindo se muriese.
Espíritus, volad; cada cual llepe