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| mí. El artista por sí mismo no es nada, lo es todo por la humanidad y para la humanidiad.

En una palabra, el sentimiento individual, la libre expresión de una personalidad están proscriptos. Hay que ser no más que el intérprete del gusto general, no trabajar más que en nombre de todos, a fin de agradar a todos. El arte alcanza su grado de perfección cuando el artista se borra, cuando la obra no lleya ya nombre, cuando es el producto de una época toda entera, de una nación, como la estatuaria egipcia y la de nuestras catedrales góticas.

Yo siento én principio que la obra no vive más que por la originalidad. Es preciso que descubra un 'hombre en cada obra, o la obra me deja frío. Yo sacrifico resueltamente la humanidad al artista. Mi definición de una obra de arte seria: «Una obra de arte es un rincón de la creación visto a través de un temperamento». ¿Qué me importa el resto? Yo soy artista y os doy mi carne y mi sangre, mi corazón y mi pensamiento. Me exhibo desnudo ante yosotros, me entrego tal cual soy, bueno o malo. Si quereis informaros, miradme, aplaudid o silbad, que mi ejemplo sea un esiímulo o una lección. ¿Qué más que reis de mí? No puedo daros otra cosa, puésto que me entrego todo entero, en mi violencia o en mi dolor, tal como Dios me hizo. Sería