Página:En las Orillas del Sar.djvu/86

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

De sus galas más ricas despojado
Hoy se levanta el monasterio antiguo
Como triste esqueleto. Aquel tan grato
Silencio misterioso qué envolvía
Los agrietados muros, a regiones
Más dichosas quizás huyó ligero
En busca de un asilo. Las campanas
De eco vibrante y musical resuenan
De una manera sorda en el vacío
Que sin piedad a su alrededor hicieron
Manos extrañas, y el rumor monótono
De la fuente en el claustro solitario
Parece sollozar por los jazmines,
Que, cual la nieve blancos, las cornisas
Musgosas adornaban, y parece
Triste llamar, por la aldeana hermosa
Que lavaba sus lienzos en el agua
Siempre brillante del pilón de piedra
Que el roce de sus manos ha gastado
Y hoy buscan de otra fuente la frescura.

¡Lo vieron y callaron... con silencio
Que causa asombro y que contrista el alma!...

Si allá donde entre rosas y claveles
Arrastra el Turia sus revueltas ondas,
Nuestras manos talasen los jardines
Que plantaron los suyos, y aman ellos,
Su labio, al rostro, de desprecio llenas
Una tras otra injuria nos lanzaran