personales, que eran aventajadas, sino por las circunstancias en que se hallaba y la fortuna siempre en auje del dueño de México!
Cortés de simple soldado habia pasado á ser un ser un gigante; era invencible en la guerra, por su valor y su cálculo militar, y como político habia hecho bastante para granjearse el título de esperimentado y sobresaliente en las intrigas y vaivenes que constituian la política de un siglo en que Nicolás Machiavelo aconsejaba al poder, en todo y para todo, la hipocresía, y de la que hoy se reniega en público, pero que se practica á mansalva aun en los asuntos mas comunes de la vida.
Hernán Cortés, en todo el apojeo de sus glorias entonces, con su espada invencible se habia hecho el dueño y señor de estas tierras: la fuerza moral que sin disputa le habian dado sus triunfos, la realzaba él con