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174 HISTORIA

atestigua, segun la tradicion popular, es la piedra llamada del Gigante[1].

Nos limitamos á apuntar esta noticia, con toda reserva. Una figura humana gigantesca, y otras dos representando una un pescado y la otra una liebre, y algunos pequeños círculos, quedaron allí grabadas para testimonio eterno de aquel obsequio campestre[2].

Con recordar la época en que esto se verificó, y los personajes que figuraron en estas escenas, uniéndolo ala poesía y encanto de estos lugares, la imaginacion ve algo

  1. A ser cierto el hecho, no dudo fijarlo en este segundo viage de Cortés. La razon es clara. El conquistador pasó por aquí despues de la toma de la capital; es decir, cuando lo que se habia llamado Imperio de Moteuczuma, estaba, aunque no del todo, sometido á su poder. No creo aventurar, pues, que si hubo el tal convite, fué entonces; pues cuando vino al encuentro de Narvaez, seguro es que ni estas poblaciones le miraban como ahora ni el espíritu mismo del conquistador estaba para holgarse en convites. Recuérdese, además, que los dos dias que permaneció aquí, en aquel primer viage, llovió continuamente, y no es posible que el banquete que se verificó al raso, pudiera tener efecto. Véase la Nota 1.a de la pág. 126.
  2. La piedra es de forma irregular, y mide 7 ú 8 metros de longitud, por 5 ó 6 de ancho. Es naturalmente plana: las figuras están groseramente esculpidas, y se diferencian en todo de los relieves que damos en la estampa núm. 3.— Su antigüedad, pues, data, cuando mas, de la época de la conquista. Véase el Apéndice.