DE ORIZABA 269
acuerdo con una disposicion del Obispo de Tlaxcala, ordenó la destruccion de aquellas chozas llamadas pomposamente iglesias.
Nueve meses duró esta congregacion[1]. El 6 de agosto, con todas las solemnidades del caso. Perez de los Rios se fué á Izhuatlancillo: leyó á los indios las Instrucciones, por medio de intérprete, y en seguida ordenó la destruccion de la iglesia[2], porqueno habia “campanas ni ornamentos ni otra cosa de Iglesia” y cuando habia misa en la estancia, “se llevaban ornamentos y recaudos de el pueblo de Orizaba.”[3] Así sucesivamente fué haciéndase en les demás lugares, hasta el fin.—De acuerdo con lo mandado, el corregidor procedió á la instalacion de los nuevos vecinos, señalándoles los sitios que debian ocupar y demar-