para discutir la autoridad del caudillo que los había llevado á la victoria, se sometieron al rito luterano que por otra parte no lesionaba tampoco sus hábitos, tan tornátiles y efímeros hasta entonces como inestables y caprichosos eran los azares de la guerra. En suma, en Suecia no se formó ni pudo formarse la conciencia colectiva hasta que se normalizó la vida de la nación: el pueblo sueco no tuvo precisa conciencia de sí propio hasta que trajo el orden y la paz Gustavo Vasa; y como esta paz y este orden coincidió con la ruptura con la Santa Sede, puede decirse que la conciencia popular empezó á desarrollarse en Suecia con la doctrina protestante pero no merced á la doctrina protestante.
Si el pueblo sueco hubiese tenido entidad política independiente antes de la Reforma, puede asegurarse que la nacionalidad sueca se hubiera integrado tan sólida y espléndidamente como se integró bajo los auspicios de Lutero; porque las condiciones psicológicas