Esta página ha sido validada
Olivares.
S
i grato es evocar el recuerdo de las pasadas grandezas y halagüeño para el orgullo nacional referir las felices jornadas de los días en que dictaba el capricho español leyes al Universo, es doloroso, por el contrarié, fijar los ojos en los tristísimos años de nuestra decadencia; pero como tal vez la adversidad suministra más saludables lecciones que la fortuna, más provechoso juzgo el estudio de la ruina que el de los esplendores de España y