De suerte que si en el castellano se necesitan dos verbos para tales cosas, en mexicano solo se em-plea uno. Este lo llaman los autores gerundivo: ignoro su razón.
Tiene dicho modo tan solo tres tiempos. Pre-térito perfecto que termina en to, para significar el ir y hacer; y en co para el venir y hacer. Futu-ro, que acaba en singular en tiuh y en plural en tihui, para el ir y hacer, y en quìuh en singular, y en quìhui, en plural para el venir y hacer. El im-perativo que termina en ti para el ir y hacer, y en qui, para el venir y hacer. Su conjugación ense-ñará el modo.
Los verbos compulsivos se forman añadiendo ltia, ó solo tia á los verbos acabados en a. Mas los en ia, y en oa, pierden su final a para tomar ltia. Algunos en oa, convierten la a en ochtia, en otia.
Los en ca y qui se mudan en quìtia y quilìa, y algunos de estos en ctia. Cuìca, cantar, hace cuì-catia. A los en i mas ordinariamente se les añade tìa, que tlìa. Algunos en ni mudan la t, en tìa o altìa.
Iloti, volver; hace ìlochtia. Mati, saber, hace machtia, machìltìa, machìtia, machìztia. Otros que acaban en matì, hacen en chìtia, ó chìltia.
Los en za, ci, se mudan en xìtia, o xìltia. Necì hace nextia, nexìtia, nexìltia. Quiza, hace quìxtia. Tlaza, hace tlazaltìa. Temo, temohuia. Tleco, tle-cahuia.
El verbo aplicativo se forma, añadiendo lia, al que termina en i, v. g. canquìlia, oirle, de caqui, oír.
Los en ci, se mudan en xilía, v. g. axìlia, de àci, alcanzar. Matì, y sus semejantes, convierten la ti