inundaría con ella el largo Valle Blanco, que se prolonga hasta el rio de la Cruz de Piedra.
A las 10 A. M. del 14 de marzo, llegarnos a los Baños Termales, situados a una altura de 2,599 m., en una quebrada de unos 40 m. de profundidad, i como 3 m. mas altos que el nivel de las aguas del Maipo, que tiene aquí a lo sumo cinco metros de anchura. Contamos ocho diferentes fuentes, de las cuales cinco están mui agrupadas, i parecen todas verter la misma clase de aguas, que van a caer al Maipo, recibiendo este un contingente que calculamos en tres cuartos de regador de 15 litros por segundo. Dos de estas fuentes derraman sus aguas en una taza formada de piedras, bastante grande para que una persona pueda bañarse con comodidad. La temperatura que observamos dentro de ellas fué de 40° C, siendo la del aire de 12°, correjido el error instrumental. Estas aguas son mui saladas, i en la mañana es mui perceptible el olor a azufre que exhalan. Sobre ellas se forma una nata o costra colorada que parece ser óxido de fierro.
A una distancia como de 40 metros de los baños, está uno de los Puentes de Tierra, como se les designa; i un poco mas abajo se halla el otro, que es mucho mas angosto. Este último medirá unos 10 m. en el sentido de la corriente del rio. Ambos son evidentemente formados por las fuentes calizas que, depositando capas sucesivas i superpuestas de toba calcárea (travertino), han llegado hasta el lado opuesto i consolidádose en la otra orilla, que está mui próxima.