acariciado por la brisa i reflejando los pálidos resplandores de un sol poniente; i mas viva era esa impresion desde que ignorábamos quién fuera la causa de tan agradable encuentro.
Pero aun nos aguardaba mas de una grata sorpresa. Al llegar al lugar llamado Tinoco, donde, bajo la direccion del cuerpo de injenieros, se abre a pólvora un nuevo sendero, en una estension de mas de tres quilómetros, los trabajadores de esa faena, habiendo sabido por los señores Luna i Castañeda, que nos precedian en nuestro viaje, que el intendente debia pasar por ahí con la comision exploradora de la Laguna Negra, improvisaron en medio de la montaña un vistoso arco triunfal, formado con una graciosa decoracion i adornado en sus costados con trofeos de herramientas entrelazadas con gusto i arte. En la parte superior del arco se leia la siguiente inscripcion, en gruesos caractéres pintados de color:
I de sorpresa en sorpresa continuamos adelante. Pasado el arco, i como haciendo los honores, habia cuatro hermosas amazonas acompañadas del director de esos trabajos i dos conocidos nuestros. A tan preciosa vista, los corazones esperimentaron una