de grandeza i de virilidad que debe desarrollar notablemente la civilizacion i la cultura. Cuando estos elementos derramen en los contornos del Llanquihue su benéfica influencia, cuando el aumento de brazos permita el desbosque de sus florestas i el desarrollo de la agricultura, cuando la industria se instale en tan bellas rejiones, entonces no oiremos maldecir al azulado lago sino bendecir al Creador que supo dar tan bellas formas a sus obras.
Cuando desde alguna elevacion contemplamos al Llanquihue, viendo campear cual blancos lunares los caseríos de los colonos, rodeados de doradas sementeras que se perdian en las espesas selvas, un sentimiento de satisfaccion se apoderaba de nosotros. Al recordar que solo hace diez i nueve años que aquellos campos yacian solitarios, en un profundo silencio en medio de sus floridos bosques, i que solo eran ajitados por la tempestad o el mujir de las olas del lago al quebrarse en la ribera, se esperimenta la mas viva emocion i halaga el porvenir de esas comarcas, hoi en via de progreso.
A las 9 de la mañana se prosiguió el trabajo no obstante lo ajitada que se encontraba la laguna, avanzando cerca de cinco quilómetros, regresando en seguida al alojamiento, por lo recio del sur i del oleaje. A las 2h P. M. calmó el viento, lo que nos permitió abandonar definitivamente la rada Cox; pero al llegar al puerto Martin, comenzó de nuevo obligándonos a vivaquear en él.
Un inconveniente algo grave para nosotros nos molestaba a cada paso. Las puntas, puertos i bahías no estaban baustizadas aun, no obstante de haber poblacion en sus vecindades. Los colonos no se han preocupado todavía en distinguir las diversas localidades por un nombre especial, así es que entre ellos solo se refieren a las chacras de sus compañeros, dando el apellido del dueño. Los puertos, bahías i puntas quedaban, pues, sin baustismo i comprometiendo la claridad de nuestros apuntes. Para evitar en parte tales inconvenientes habíamos preferido dar a las localidades, siguiendo el sistema de los colonos, el apellido del vecino mas próximo; pero para esto teníamos tambien que luchar con otro obstáculo mayor aun que el primero.
Cuando se oye pronunciar un apellido jermánico, se hace di-