tiempo, i a las 4h P. M. hicimos estacion en punta Centinela, donde hallamos una gran cruz blanca que tenia escrita la fecha de "27 de enero de 1871," fecha bien triste i que nos hizo recordar el funesto naufrajio de un bote, causando ocho víctimas, por la torpeza del piloto de la embarcacion. La cruz, mas bien que simbolizar el recuerdo dedicado a las víctimas, es un signo espiatorio erijido al mal servicio i a las peores embarcaciones que existen en el lago.
A las 7h de la noche alojamos en una playa del fondo de la bahía de los Rincones, situada inmediatamente al sur de la bahía Muñoz Gramero. En la noche cayó la lluvia a torrentes, comprometiendo nuestros víveres i equipajes, pues el alojamiento era tan estrecho que no habia donde arbolar una carpa. Felizmente, i en fuerza de la necesidad, utilizamos unas pequeñas cuevas, que ofrecian los ribazos de la costa.
El 17 amaneció mejor, se levantó el vivac, i abandonando tan odioso alojamiento, se puso rumbo al desagüe, con el propósito de llegar a Puerto-Montt para el vapor, i surtirnos de algunos útiles que nos hacian falta.
A las 10h A. M., hallándonos en la bahía del Frutillar, salió tan recio el viento oeste que nos obligó a arribar sobre la punta de los Chanchos. A las 12h salimos nuevamente, logrando atravesar la bahía i arribar a punta Larga a las 2 de la tarde. Después de un corto descanso, se continuó el viaje llegando al desagüe a las 6h 30' P. M.
El 18 seguimos rumbo a Puerto-Varas; se mandaron hacer algunas reparaciones a la chalupa, dirijiéndome en seguida a Puerto-Montt. Tanto el 18 como el 19 se ocuparon en asuntos de la Comision.
El 20, acompañándonos el Dr. Martin, que deseaba ayudarnos en nuestros trabajos, volvimos a Puerto-Varas. El tiempo era malo i en la noche sopló viento norte. El 21 amaneció lloviendo i ventando recio del 4.° cuadrante, contrariándonos así en nuestras operaciones. No obstante, durante los momentos de tregua que nos dejaba la lluvia se midieron algunas altitudes barométricas. Despaché además la jente a cargo del señor Rogers para que, a la primera bonanza, trajese los víveres i útiles que teníamos en el desagüe. En la noche el viento rodó al oeste con abundante lluvia; no obstante, el señor Rogers dejó el des-