nado los corrales en muchas ocasiones, daremos aquí una idea del procedimiento empleado por los pescadores.
La pesca puede decirse que solo la ejercen en el invierno, i hasta cierto punto, tienen razon para ello, tratándose de efectuarla por medio del corral. Las noches en esa estacion son largas, mui oscuras i las aguas del mar se elevan mas que en el verano, por la presion que ejercen sobre ellas los vientos del cuarto cuadrante, prevalescentes en esa época. Por otra parte, en el invierno los madereros se encuentran en sus casas, por no poder trabajar en sus labranzas: lo poco que bajan las mareas no les permite mariscar en abundancia, i en fin, la escasez de alimentos para los perezosos o la falta de tino en consumir sus víveres en muchos de ellos, los reduce a la necesidad de ocuparse de pescar para la manutencion de la familia.
La pesca por medio dol corral ofrece algun interés: tiene sus preocupaciones, i la manera de ejercerla pone de manifiesto el grado de cultura de los isleños proletarios, como asimismo su inteiijencia cuando pueden sobreponerse al ocio habitual que los domina. El uso de la red se va jeneralizando mucho' pero los que emplean tal elemento son una escepcion i no nos ocuparemos de ellos. Trataremos tan solo del corral.
El corral no es otra cosa que una pirca[1] de piedras redondeadas i de acarreo, en que abundan las playas, colocadas unas sobre otras i sin ninguna argamasa. Las pircas son semicircures i encierran una basta estension del desplayo del mar. Su colocacion respecto al nivel de la pleamar es vária. Ordinariamente los hacen al nivel de média marea; pero hai muchos corrales construidos a baja mar, dependiendo su colocacion de la naturaleza de la marina, de su mayor o menor abundancia de plantas, etc. La altura de la pirca varia entre un metro i uno cincuenta centímetros.
Los corrales de hoi son los mismos de los antiguos indios: se renuevan de cuando en cuando para enmendar los destrozos del tiempo, operacion que solo tiene lagar en el invierno i cuando se trata de pescar en fuerza de las necesidades apremiantes de la escasez.
- ↑ Pirca, voz araucana que significa pared. Se aplica a las que se construyen de piedras sobrepuestas.