Página:Estudios de lírica contemporánea.djvu/6

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EL PROBLEMA DEL REFERENTE DE PEDRO SALINAS EN EL DISCURSO LIRICO Este ensayo trata del problema del referente en ”Sí, por detrás de las gentes”, en “¿Por qué tienes nombres tú?” y en “Todo dice que sí” (l), como momentos de una investigación acerca del problema del referente en la obra total de Pedro Salinas. Para circunscribir la cuestión, y concederle un imprescindible rigor conceptual, conviene anticiparle un doble marco teórico. El primer marco apunta a] momento de la historia en que Pedro Salinas escribe. Muchos estudiosos, entre ellos Hugo Friedrich (2), Marcel Raymond (3),°H.R. Jauss (4), y K. Stierle (S), sostienen que la lírica posterior a Baudelaire ha hecho desaparecer, o por lo menos ha oscurecido, el referente. La teoría de la postmodemidad proyecta esta situación a todo el arte correspondiente al período modemista. Roland Barthes, concretamente, a la narrativa postrea- lista. El segundo marco teórico propone una dimensión de alcance especulativo, universal. La literatura carecería de referente. Esto es lo que sostiene, entre otros, Gottlob Fre ge (7) y la llamada nueva crítica anglosajona: Empson, Brooks, Frye. Paul Ricoeur (8) en cambio, y Mukarovski (9), sostienen una posición intenne- dia. Para decirlo con palabras de Ricoeur: “en la obra literaria, el discurso despliega la denotación como una denotación’ de segundo orden, a expensas de la suspensión de la denotación de primer orden". Iniciamos la investigación por “¡Que gran víspera el mundol”, porque presenta una situación preferencial particularmente elocuente. El discurso lírico se re■ere a un referente cero, puesto que en la víspera delmundo no hay mundo. A1 tratar de con■gurar este referente cero, el discurso crea un referente nuevo, un referente cero-uno. La tensión que se origina entre no haber mundo y haber mundo, entre no haber entes y haber entes, organiza la estructura profunda de este discurso. El trabajo aparecerá en el número próximo de Filología. En una ponencia presentada en el X Congreso Internacional de Hispanistas. hemos proyectado el problema a “Para vivir no quiero”. Allí hemos mostrado cómo el discurso lírico rechaza la realidad empírica creada por la lengua habitual, para proponer una realidad de esencia lingüística, signada por la inde- terminación, tal como la nombrada por los deícticos. “Para vivir no quiero” rechaza los entes nombrados por los nombres y a■rma los entes nombrados por los pronombres. Para distinguir con toda intensidad la operación ontológica realizada, conviene tener presente la_diferente manera de referir de los nombres y de los pronombres. No podemos intentar aquí un resumen de la teoría del pronombre. Bastará con que recordemos esta sentencia de Emile Benveniste (10): “Le ‘je’ ne denomine donc aucune entité lexicale". 0 la indicación de Ana María Barrenechea (l l) de que los pronombres tienen “su modo de significación no-descriptiva” y los nombres su modo de si gniftcación descriptivo. 5 Hugo W. Cowes