Página:Excursión arqueológica a las ruinas de Kipón (Valle Calchaquí, provincia de Salta).djvu/62

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ciones del Valle Calchaquí 3^ demás regiones ubicadas en los faldeos de la cordillera andina, (i) Por instinto de natural defensa, estos muertos debie- ron ser enterrados lejos de la población, en cuanto fuera posible. Y, allí, es donde los hemos hallado, en los bor- des de las barrancas formadas por los desagües en las épocas de las lluvias, ó en sitios donde la masa aluvional es menos espesa y se destaca más la capa de tierra ar- cillosa. De acjuí la importancia de estos hallazgos característi- cos, efectuados con método riguroso, por primera vez en una población prehistórica de la República Argentina. Otra conclusión cpie se desprende del estudio de las piezas arqueológicas extraídas, á pesar de la destrucción ocasionada por el salitre y los demás elementos, es la es- trecha relación que presenta esta civilización con la de «Da Paya»; las piezas de maderas son difíciles de identificar salvo aquellas que se hallaron dentro de las urnas fune- (P En nuestra campaña de 1907 tuvimos noticias, hallándonos en la ciudad de Salta, que no reuniríamos personal de excavadores pa- ra continuar nuestros trabajos, pues en 1906, á nuestro regreso del Valle, se había declarado una peste durante la cual murieron como cincuenta individuos. Esta mortandad, como es natural, debía achacarse á alguien y co- mo el inmediato fenómeno anterior fué la profanación, por nuestra parte, de los yacimientos arqueológicos, justo era que se nos atri- buyese á nosotros la responsabilidad de tamaño mal. Por fortuna el desesperante vaticinio no se cumplió y pudimos reunir buenas cuadrillas sobre el lugar mismo de las ruinas. Curiosas y en extremo interesantes son las supercherías de los indígenas relacionadas con las excavaciones de los aniigales (pala- bra usada para indicar los lugares de poblaciones antiguas y cemen- terios prehistóricos). Las oblaciones y ofrecimientos de cada mañana, al comenzar el trabajo, tienen por fin alejar á los malos espíritus, atraerse las sim- patías de la “PachaMama” y hacer que la tierra no los agarre. En el estudio, que daremos á conocer en breve, sobre los yaci- mientos de “La Isla’^ (Quebrada de Humahuaca), tendremos ocasión de volver sobre este asunto. Es aquí donde hemos visto más de cerca esas sugestiones características, provocadas por la presencia lúgubre de las ruinas.