Página:Eyherabide, Margarita. Amir y Arasi, novela..djvu/76

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

18 Margarita Eyherabide

ventana? ¿Qué raro cariño ha despertado en mí corazón esta enredadera? —¡Ah! dijo entonces moviendo la cabeza como si un pensamiento repen- tino iluminase un punto oscuro de su cerebro. Aquí ví á mi padre aquella tarde fatal en que la deses- peración se apoderó de su ser entero, aquella tarde en que trató de ocultarme su dolor. Aquí me con- fesé yo, el instante en que me creí un hombre.

Ser hombre, ser hombre... ¡Qué superior es ereerse un hombre, saber que puede uno conocerse á sí mismo, comprender que puede uno darse cuen- ta de una situación crítica, plantearla, evitarla si es posible. ¡Oh! ¡es mucha cosa ser un hombre! Como deliraba Amir con aquello de poder decir: ¡soy un hombre!

Levantó entonces la hermosa frente y clavó la mirada en el horizonte.

Suspiró hondamente y contempló el cielo blanco; la atmósfera tranquila.

Un carruaje, en tanto, se acercaba á todo correr, á la casa blanca.

Amir miró el campo, se encogió ligeramente de hombros al ver el carruaje y cerró la ventana. Mejor es que yo haya nacido pobre — murmuró —¡ 0h! si yo fuera rico. ¡qué cosas haría !...