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Página:Fábulas de Fedro.djvu/119

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LIBRO III.

¿De qué es esto, amigo? No es nada. No importa: dímelo por tu vida. Como me tienen por inquieto, me atan entre dia para que descanse y vele cuando llegáre la noche: suelto al anochecer; ando por donde se me antoja. Traenme pan sin pedirlo: el amo desde su mesa me alarga los huesos, la familia me arroja sus mendrugos, y cada cual el guisado de que no gusta. Y así sin fatiga se llena la panza. Bien: ¿pero si quieres salir de casa, te dan licencia? Eso no, respondió el perro. Pues sino, concluyó el lobo, disfruta tú esos bienes que tanto alabas, que yo ni reinar quiero, si me ha de faltar la libertad.


Quòd tu nec tenebras, nec posses dicere lucem, Sed cum luce tamen dubiæ confinia noctis.


FÁBULA VII.
la virtud es la verdadera hermosura.
Un hermano y su hermana.

Instruido con este aviso, examínate á menudo.