Página:Fábulas de Fedro.djvu/187

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que se parece á tí, ha nacido en desgracia de los dioses.

Hombre, que has de morir, ó ir á donde fuéron tus antepasados, ¿para qué atormentas con ciega codicia tu pobre alma? Contigo habló Avaro, risa de tu heredero, que escaseas el incienso á los dioses y á tí mismo el alimento; que oyes triste el músico sonido de la citara, y te sirve de mortificacion la alegría de las flautas; á quien cuesta suspiros el precio de la comida diaria; y que por aumentar con pocos cuartos tu patrimonio, ofendes al cielo con feos perjurios; que cercenas aun el gasto de tus funerales, á fin de que Libitina no saque de tí ninguna ganancia.


Abire in comunem locum.

Libitina, dicen hombres eruditos, segun Facciolati, que es la diosa Venus, en cuyo templo se vendia todo lo que tocaba á entierros, y era la diosa, que presidia en ellos, Libitina, se toma aquí por los ministros de esta diosa, que vivian de lo que sacaban de los entierros.