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FÁBULA XXVIII.


los males públicos recaen sobre la plebe.


Una rana temerosa del combate de los toros.

Peligran los pobres, cuando riñen entre sí los poderosos.

Viendo una rana desde su laguna la contienda de unos toros, exclamó: ¡Ay! y cuánto daño nos amenaza! Preguntada de otra, por que decia esto, siendo así, que ellos contendrian sobre el mando de la vacada, y que la torada pastaba léjos de ellas; respondió: es así, que su dehesa está distante, y que son de diferente especie; pero el que hubiere sido vencido y despojado del imperio de la selva, se acogerá á los ocultos senos de esta laguna, y hollándonos con sus pesados pies, nos estrujará; y hé aquí, como su furor amenaza á nuestras cabezas.



avitis. Y en el verso 234, que se retira á lugares apartados: Longeque ignotis exulat oris.