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FÁBULA XXIX.


mira de quien te fias.


El milano y las palomas.

El que se pone bajo la proteccion de un malvado, halla su ruina, en donde buscaba el socorro.

Habiéndose escapado las palomas muchas veces de las garras del milano, y librándose de la muerte con la celeridad de sus alas, dejándose de otros recursos, acudió la ave de rapiña á la astucia, y engañó á la multitud sencilla con ésta treta. ¿Por qué, las dice, quereis mas traer una vida congojosa, que elegirme por vuestro rey, pactando, que os he de librar de todo agravio? Ellas, dándole crédito, se entregan al milano; el cual, conseguido el reino, empezó á comérselas y á ejercer el imperio con sus crueles uñas. Entonces una de las pocas, que habian quedado, dijo: bien empleado nos está.


tos ó contratos, de matar alguna víctima. Virgil. Eneid. 8, v. 640.