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Página:Facundo - Domingo Faustino Sarmiento.pdf/147

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Facundo

ser capital de la República, á no ser que abrase la civilización europea y el orden civil.

La batalla aquélla había dejado en descubierto otro grande hecho, á saber: que la «montonera» había perdido su fuerza primitiva, y que los ejércitos de las ciudades podían medirse con ella y destruirla. Este es un hecho fecundo en la historia argentina. A medida que el tiempo pasa, las bandas pastoras pierden su espontaneidad primitiva. Facundo necesita ya de terror para moverlas, y en batalla campal se presentan como azoradas en presencia de las tropas disciplinadas y dirigidas por las máximas estratégicas que el arte europeo ha enseñado á los militares de las ciudades».

En Buenos Aires, empero, el rsultado es diverso; Lavalle, no obstante su valor, que ostenta en el Puente de Márquez y en todas partes, no obstante sus numerosas tropas de línea, sucumbe al fin de la campaña, encerrado en el recinto de la ciudad por los millares de gauchos que han aglomerado Rosas y López; y por un tratado que tiene al fin los efectos de una capitulación, se desnuda de la autoridad, y Rosas penetra en Buenos Aires. ¿Por qué es vencido Lavalle? No por otra razón, á mi juicio, sino porque es el más valiente oficial de caballería que tiene la República Argentina, es el general argentino, v no el general europeo; las cargas de caballería han hecho su fama romanesca.

Cuando la derrota de Torata, ó Moquegua, no recuerdo bien, Lavalle protegiendo la retirada del ejército, da cuarenta cargas en día y medio, hasta que no le quedan veinte soldados para dar otras. No recuerdo si la caballería de Murat hizo jamás un prodigio igual. Pero ved las consecuencias funestas que trae este hecho para la República. Lavalle en 1839, recordando que la montonera lo ha vencido en 1830, abjura toda su educación guerrera á la europea, y adopa el sistema montonero. Equipa cuatro mil caballos, y llega hasta las goteras de Buenos Aires con sus brillantes bandas, al mismo tiempo que Rosas, el gaucho de la Pampa, que lo ha vencido en 1830, abjura por su parte sus instintos montoneros, anula la caballería en sus ejércitos, y sólo confía el éxito de la campaña á la infantería reglada y al cañón.