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Página:Facundo - Domingo Faustino Sarmiento.pdf/226

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Domingo F. Sarmiento

Yo no digo que hoy estén mucho más avanzados en conocimientos, sino que ya están en vía de experimento, y que al fin la verdad ha de ser conocida. Mirado el bloqueo francés bajo su aspecto material, es un hecho obscuro que á ningún resultado histórico conduce; Rosas cede de sus pretensiones, la Francia deja podrirse sus buques en las aguas del Plata; he ahí toda la historia del bloqueo.

La aplicación del nuevo sistema de Rosas había traído un resultado singular; á saber, que la población de Buenos Aires se había fugado, y reunídose en Montevideo.

Quedaban, es verdad, en la orilla izquierda del Plata las mujeres, los hombres materiales, aquéllos que pacen su pan bajo la férula de cualquier tirano», los hombres, en fin, para quienes el interés de la libertad, la civilización y la dignidad de la patria, es posterior al de comer y dormir; pero toda aquella escasa porción de nuestras sociedades y de todas las sociedades humanas, para la cual entra por algo en los negocios de la vida el vivir bajo un gobierno racional, y preparar sus destinos futuros, se hallaba reunida en Montevideo, adlonde, por otra parte, con el bloqueo y la falta de seguridad individual, se habían trasladado el comercio de Buenos Aires y las principales casas extranjeras.

Hallábanse, pues, en Montevideo los antiguos unitarios con todo el personal de la administración de Rivadavia, sus mantenedores, diez y ocho generales de la República, sus escritores, los ex congresales, etcétera; estaban allí, además, los federales de la ciudad», emigrados deadelante; es decir, todas las notabilidades hositiles á la Constitución de 1826, expulsados por Rosas con el apodo de «lomos negros». Venían después los fautores de Rogas, que no habían podido ver sin horror la obra de sus manos, ó que sintiendo aproximarse á ellos el cuchillo exterminador, habían, como Tallien y los termidorianos, intentado salvar sus vidas y la patria, destruyendo lo mismo que ellos habían creado.

Ultimamente, había llegado á reunirse en Montevideo un cuarto elemento que no era ni unitario, ni federal, ni ex rosista, y que ninguna afinidad tenía con aquéllos, compuesto de la nueva generación que había llegado a la virilidad en medio de la destrucción del orden antiguo y plantación del nuevocuidado y tanto tesón Como Rosas ha tenido tan buen de hacer creer al mundo que sus