Ir al contenido

Página:Fastos de la libertad por José Tomás Guido.pdf/231

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 219 —

Las naciones de este hemisferio no pueden, sin abdicar el buen sentido, hacerse la guerra por desiertos. Pero se prefirió enradarse en una disputa técnica sobre geografía. El ardor un tanto bélico de los mantenedores habria bajado junto con su termómetro algunos grados bajo cero, si sus conferencias se hubiesen realizado en una playa salvage de la Tierra del Fuego, ó en el Puerto del Hambre. Afortunadamente la tarea de calcular la latitud no muy lejos del círculo antártico queda ya librada á los peritos que procurarán darla por terminada lo mas pronto posible.

La aspiracion á distinguirse por la dialéctica ó por el raciocinio patrocinando vastos intereses ha tentado tambien á algunos de los diplomáticos llamados á esta exhibicion. El talento suele acrecentar este riesgo. Ahí tiene Vd. á Félix Frias á quien desde mi primera juventud he profesado un cariño mezclado de respeto. El cono Representante argentino asoció á sus reclamaciones oficiales la vehemencia inherente á su índole, y que se revela en sus apasionados escritos. No se han libertado de igual defecto sus opositores en Chile, aunque es conducente agregar que la cancillería de esa República nada tiene que envidiar á la nuestra. Esta observacion es obvia desde el ya lejano tiempo en que los mas transcendentes principios del derecho público fueron dilucidados allí de un modo vigoroso, penetrante y correcto.

Ahora, de los numerosos agentes empeñados en el debate ya concluido, el que mas se acercó en Buenos Aires á la meta deseada fué el Sr. Barros Arana, cuyo