RAÑA, José María (conocido por EMILIO)
Militar, nacido en la Villa de Paysandú el 4 de febrero de 1831, hijo del coronel entrerriano José María Raña y de Manuela Marote, correntina, señora de carácter varonil y devoción partidista, que le dieron cierto lugar en las rivalidades políticas de los blancos de Paysandú.
Poco entusiasmo, en cambio, por estas cuestiones, parecía haber demostrado Emilio Raña — no obstante la calidad y temperamento de sus ascendientes próximos — cuando a fines de 1857 el gobierno de Pereira lo designó Jefe Político interino del departamento de Paysandú, en sustitución del coronel Manuel Freire, puesto que desempeñó corto tiempo, siendo reemplazado el 5 de enero por el coronel Basilio Pinilla.
Hombre de vida estrictamente ciudadana, el voto de sus coterráneos le dió cargos consejiles y las urnas lo habían consagrado Alcalde Ordinario.
Jefe de la Guardia Nacional de Paysandú, con grado de teniente coronel, en agosto de 1860, combatiendo la revolución que el general colorado Venancio Flores trajo al país en abril de 1863, le tocó hallarse en el combate de Don Esteban, donde el coronel rebelde Enrique Castro fué derrotado.
Coronel graduado de Guardias Nacionales el 14 de agosto de 1863, y concentrado en Paysandú, tenía el mando de la línea del Este durante el segundo sitio, cuando el 31 de diciembre de 1861 una bala lo hirió en el pecho.
Sobrevivió a la caída de la plaza, y tuvo ocasión de apreciar la estima y la simpatía de que gozaba entre sus mismos adversarios, pues muchos de éstos rodearon su lecho, deplorando la fatalidad de las armas.
El Gobernador de Entre Ríos, general Justo José de Urquiza, de quien era el comandante particular amigo, requirió y obtuvo del general Flores, jefe del ejército vencedor, por intermedio de Julio Victorica enviado especialmente, la autorización para evacuar el herido y transportarlo a Concepción del Uruguay si era posible.
Dice Victorica que cuando se hizo presente en su domicilio, tenía (Raña) todavía fuerzas y tranquilidad bastantes para expresarle que agradecía mucho al general Urquiza sus empeños, pero que le era imposible moverse y pocas horas le quedaban de vida. Ya que voy a morir — dijo cerrando el diálogo — prefiero ser enterrado en mi tierra.
Su fallecimiento, conforme a los tristes presagios del herido, no se hizo esperar, y la muerte sobrevino el 4 de enero de 1863.
Por su actuación en las operaciones militares de la plaza le correspondía la medalla de plata de la Defensa de Paysandú, creada por decreto de 24 de enero de 1864, firmado por el Presidente Berro, y conforme a otro del gobierno de Agui-
