Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/1218

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un hombre moribundo, en aquel bochornoso desborde de barbarie, calificado por la palabra del gobierno de Gabriel Antonio Pereira, “como un gran acto de justicia nacional”.

La nombradía y la fama de este soldado arrancaba de lejos, y su sacrificio iluminó su gallarda figura con luz de simpatía que perdurará a través de los tiempos.

Tajes es el único de sus conmilitones de los días uruguayos para quien Garibaldi tiene una cita personal en su Poema Autobiográfico, consagrándolo a la inmortalidad con estas palabras: “El coronel Tajes es el más valeroso de los americanos”.

Adolfo D'Astrel, oficial de marina francés que peleó a su lado unos cuantos años, lo juzga diciendo: “Joven, bello, espiritual, enérgico, imparcial, es adorado por sus compañeros de armas. De una modestia excesiva acaso, es él mismo el único que ignora todo lo que vale en el país”.

Para el Dr. Pedro Bustamante — tan parco en juicios laudatorios — “era el más noble corazón que había latido jamás en pecho humano”.


TAJES, MÁXIMO

Presidente de la República y teniente general del ejército.

Hijo de los acontecimientos, su carrera militar la hizo en 18 años, pues entre 1868 y 1886, todo el escalafón estaba ya recorrido.

Había visto la primera luz en Montevideo el 23 de noviembre de 1852, hijo de Prudencio Tajes y Saturnina Cáceres.

Recibió con provecho — y así lo acreditan los certificados del maestro — la educación corriente en su época, pero pudo adelantar más que la generalidad de sus compañeros, en fuerza de ser contraído a los libros, atento y silencioso.

Existía vinculación de su familia con la del comandante Joaquín Santos, padre de los militares del mismo apellido, llamados a notoria figuración futura; y esta circunstancia debió influir para que, el 13 de marzo de 1868, sentara plaza de soldado distinguido en el Batallón Nueva Creación, del cual, en abril del mismo año, fué transferido al “Constitucional”, ostentando ya las jinetas de sargento 1°.

Subteniente de infantería el 2 de abril del 69, ascendió a teniente 2° el 6 de octubre de 1870, en plena guerra de Aparicio, sirviendo bajo las órdenes del coronel Eduardo T. Olave en el 1° de Cazadores, denominación que tenía, desde el 24 de abril del año anterior, el antiguo "Constitucional".

La Paz de Abril del 72 lo halló promovido a teniente 1º desde el 9 de febrero de ese año.

El 1° de febrero de 1875 Legó a capitán y desde ese momento puede afirmarse que cambia su suerte. contando con el decidido apoyo de su amigo Máximo Santos. Este, hecho sargento mayor y jefe del bata-

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