tre estadista despidió en el Cementerio Central, con su gruesa conmovida, su canto de cisne, “al compañero de las buenas y las malas horas”, poniendo de relieve la entereza de carácter que siempre le había distinguido.
TERRA, DUVIMIOSO
Ministro, legislador y hombre político. Nacido en el departamento de Florida el 30 de marzo de 1856, era hijo de Duvimioso da Terra y María Josefa Barboza, brasileños.
Cursó estudios de derecho en Montevideo, licenciándose en jurisprudencia en 1873.
Fiscal de Crimen en el gobierno dictatorial del coronel Latorre, dejó el puesto el 7 de mayo de 1878 y fué sustituido por el Dr. Juan José Segundo.
Catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Montevideo, había penetrado hondo en la obra de Pothier, poseyendo amplia versación sobre la materia.
Decano de la Facultad de Derecho, hizo renuncia de este cargo y de fa cátedra en 1886, a raíz de una discrepancia con el Rector Dr. Vázquez Acevedo. Extremoso en cuestiones de orden personal “no quería tener por superior a quien deshonraba la autoridad universitaria que ejercía con actos arbitrarios”. El Consejo Universitario, no obstante, aprobó la conducta del Rector.
Llamado por el presidente general Máximo Tajes, entró a formar parte del gabinete al desintegrarse el Ministerio de la Conciliación, en diciembre de 1886, ocupando la Secretaría de Justicia, Culto e Instrucción Pública. Las vinculaciones del nuevo Secretario con el Dr. José Ladislao Terra, de quien era cercano pariente, explicaban un nombramiento de índole personal, acerca de cuyo significado político, el Dr. Juan Gil, correligionario del ministro, decía desde las columnas de “La República”: El Partido Nacional no ha sido consultado, ni nada tiene que ver en el asunto. La cosa sólo puede interesar al Dr. Terra.
En el desempeño de su cargo tocóle a Terra inaugurar en el Salto el último tramo del ferrocarril a la frontera brasileña en abril de 1887. Llamado por la Cámara de Diputados a dar explicaciones atinentes a cierto conflicto surgido entre el Ministro y el Inspector Nacional de Escuelas Dr. Jacobo Varela, una votación desfavorable de la mayoría lo indujo a dimitir su cargo, siendo sustituído por el Dr. Martín Berinduague el 16 de junio de 1888.
Mal perdedor, y atribuyendo el voto parlamentario a influencias subterráneas de su colega el Dr. Julio Herrera y Obes, Ministro de Gobierno, hizo en la prensa publicaciones que, cuando menos, se podría calificar de intempestivas.
Electo Presidente de la República el Dr. Herrera y Obes, en quien creía ver un enemigo, dióse a conspirar tramando el complot revolu-
